El derecho a saber/Federico Berrueto
Una de las decisiones más importantes que tendrá que enfrentar la próxima presidenta de la república y el saliente presidente, es la tan anunciada reforma al Poder Judicial.
Aunque Claudia Sheinbaum Pardo haya dicho que se realizarían foros con especialistas y se tomaría en cuenta la opinión de expertos, el tema terminó con 3 encuestas a menos de cuatro mil personas.
Y como si la próxima presidenta hubiese obtenido un gran triunfo, presumió que la gran mayoría o sea el 68% sí quiso que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean elegidos por elección del pueblo de México.
Si, en una encuesta a menos de cuatro mil personas. No está de más decir que la mayoría de mexicanos no fue consultado y que esas menos de cuatro mil personas a las que les preguntaron, ocupan un espacio muy pequeño en cualquier estadio de futbol.
Finalmente la decisión del presidente ya estaba tomada y la vieja estrategia de darnos atole con el dedo le salió muy bien a la discípula de AMLO.
Me atrevería asegurar que en este momento a los mexicanos no nos interesa cómo sean electos los jueces y ministros de la Suprema Corte, nos interesa que termine la impunidad y que se acabe la corrupción.
En un país en el que 98 de cada 100 delitos quedan en la impunidad, poco importa quienes son los jueces y ministros, si la procuración de justicia es débil y si las corporaciones policiacas están cada día más hundidas.
Dudo que un concurso de popularidad nos de ministros que hagan valer las leyes cabalmente. Los mexicanos no confiamos ni en las policías, menos en ministerios públicos ni jueces y tampoco en Ministros.
Hoy los mexicanos no necesitamos nuevas leyes ni nuevos códigos. Lo menos que esperamos es que se hagan valer las leyes vigentes, porque sí son buenas y claras, pero desde hace años se interpretan a modo de unos cuantos o del que tiene más poder y dinero…