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LEÓN, Gto., 18 de diciembre de 2024.- Además de la sentencia de dos años de prisión, la jueza también le impone a El Cigala la medida de 25 días de localización permanente por un delito leve y continuado de vejaciones en el ámbito doméstico.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha condenado a dos años y un mes de cárcel al cantaor Diego El Cigala, por malos tratos cometidos sobre su expareja, la también cantaora Kina Méndez, informó el diario El País.
La jueza impone la pena por tres delitos en el ámbito de la violencia de la mujer cometidos en Jerez de la Frontera y en un hotel de Palafrugell (Girona), y también lo encuentra culpable de otro delito leve y continuado de vejaciones en el ámbito doméstico y le impone 25 días de localización permanente, siempre en domicilio diferente y alejado del de la víctima, además de la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 200 metros de la víctima por un plazo de seis meses, una medida común al resto de los otros delitos.
La declaración de Méndez ha sido clara, congruente, coherente y coincidente con lo manifestado en su denuncia, ante el Juzgado de Instrucción y también ante los profesionales del Instituto de Medicina Legal, por lo que la declaración se considera plenamente persistente, y recalca que no se han intuido móviles espurios de resentimiento o venganza hacia el acusado por el fracaso de la relación sentimental ni tampoco una intención de arruinar su carrera profesional por no sucumbir a sus exigencias económicas, declaró la magistrada.
El primero, durante su estancia en el verano de 2017 en un hotel de Jerez de la Frontera donde, tras una discusión acalorada “por las zonas comunes” porque ella le había pedido que se quedara con su hijo en lugar de salir, él “le propinó una bofetada en la cara”.
El segundo, el 7 de julio de 2019, en otro hotel de Palafrugell (Girona), cuando, “en el marco de un enfrentamiento verbal acalorado”, el cantaor le “propinó un empujón que la hizo caer al suelo y estando tirada en el suelo, le siguió dando golpes y patadas por el cuerpo”.
El tercer caso de maltrato se produce en noviembre de 2020, cuando estando en la casa de Jerez de la Frontera, él “agarró del cuello” a Méndez, gritándole “me cago en tus muertos”, porque ella le había recriminado que consumiera droga delante de los niños.