
Los aranceles y las mujeres/Patricia Sánchez
Para Donald Trump, la presidencia de Estados Unidos ha sido su juego de Monopoly, y en la lógica de ese juego que se trata de la habilidad en los negocios para hacerse de propiedades y ganar a toda costa, así ve el mapa socio-político internacional.
Al estilo del bravucón de la escuela, amaga, intimida, humilla y arrebata porque le ha funcionado para lograr sus objetivos, al grado de vivir su segundo mandato como el máximo líder de ese país.
Su estilo, que es un imán para ganarse antipatías, le funciona con los más débiles, no así con los más fuertes que pueden pelear entre iguales, con ellos se modera un poco, o por lo menos eso se pensaba.
La entrada en vigor del incremento de aranceles del 25 por ciento para México y Canadá y de un diez por ciento adicional para China, a partir de este cuatro de marzo, pone a prueba a potencias como el gigante asiático, para ver su contraofensiva.
En el caso de China, el incremento entró en vigor el 4 de febrero, lo que elevó la carga arancelaria para esa nación al 20 por ciento sobre varios productos, que se suman a los gravámenes del primer mandato de Trump (2017-2021) sobre más de 300 mil millones de dólares a productos chinos y que en su mayoría siguen vigentes.
Respecto a México y Canadá, el mandatario estadounidense cumplió sus amenazas, bajo el argumento de que no hubo acciones contundentes para detener el tráfico ilegal de indocumentados y de fentanilo, el comunicado emitido desde la Casa Blanca refiere -textual-: El hecho de que ambos países no detengan a los traficantes, constituye una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos.
Canadá ya amagó refiriendo que cortará suministro de luz a Estados Unidos, China se ha mantenido mesurada, pero esa potencia seguramente tiene un as bajo la manga.
La presidenta, Claudia Sheinbaum, anunció como respuesta, que México también impondrá nuevos aranceles a productos provenientes de Estados Unidos y calificó el comunicado emitido por la Casa Blanca como: “ofensivo, difamatorio y sin sustento”, y explicó que la medida tomada por ese país afectará a las empresas en ambos lados de la frontera.
Los pormenores de los nuevos aranceles que impondrá México a Estados Unidos, los dará a conocer el 9 de marzo en una mega asamblea popular en el Zócalo de la Ciudad de México.
Para México la medida cae como un balde de agua fría, sobre todo por la confianza que mostraba la presidenta Sheinbaum, de apaciguar las ansias del presidente Trump, demostrando avances que no se habían visto en la pasada administración, cumpliendo con el despliegue de diez mil soldados a la frontera, con decomisos importantes de fentanilo y detenciones de personajes clave de los principales grupos criminales en México; sin embargo no fue suficiente para detener los planes del líder del vecino país del norte.
La pregunta es si al presidente Trump y su equipo le alcanzará su mandato para doblegar a naciones enteras con tantos frentes que ha abierto, recientemente quiso ningunear en la Casa Blanca a Volodymyr Zelenzky, presidente de Ucrania quien recibió el respaldo de potencias europeas, mantiene la presión arancelaria contra la potencia asiática China y desaíra a sus principales socios comerciales históricos, Canadá y México.
A quien sí le ha alcanzado en positivo, es a la presidenta Sheinbaum, por lo menos en la percepción pública; la mesura, pero también determinación que ha mostrado en su mandato, la han llevado a la aprobación más alta para un presidente mexicano en los últimos 30 años, al llegar a un 85 por ciento de aprobación, según la última encuesta de El Financiero.