
Mando único en el Oriente del Estado de México
The King goes mad, expresión propia de ficción, no así es la realidad; pertenece a los ámbitos nacional y norteamericano, y alude a los líderes mayores de las dos naciones. Sus dificultades los llevan al extravío. Donald Trump encara el mayor escándalo por los archivos Epstein, que remite a un círculo de abusadores sexuales, violadores en la alta sociedad de Nueva York; todo indica que era muy estrecha la relación con el personaje, Jeffrey Epstein, quien se suicidó en cárcel a la espera de condena. López Obrador vive su propia tragedia, bajo la protección de un régimen con dificultades en muchos frentes. El costo de blindarlo se eleva significativamente; casos como el del huachicol fiscal o la violencia en Tabasco a él remiten.
Trump y su movimiento político hicieron de los archivos Epstein y del asesinato de John F Kennedy, recurso para alimentar en sus seguidores teorías conspirativas. Revelar las investigaciones se naturalizó como exigencia de sus seguidores y la fiscal Pam Bondi afirmó tener el expediente, que se publicaría. Trump se retractó, alentando toda clase de especulaciones por sus vínculos personales con el depredador sexual, provocando indignada recriminación de sus propios adherentes. El Wall Street Journal, propiedad del magnate Rupert Murdoch, uno de sus aliados, publicó una muy comprometedora carta de Trump a Epstein, que dio origen a que el presidente demandara al periodista, al medio y al propietario.
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