
Participaron universitarios SABES en Jornada Cultural y de Conocimientos
LEÓN Gto. 14 de agosto de 2025.- Estefany Alejandra Sánchez Mendoza, estudiante del Doctorado en Biociencias de la Universidad de Guanajuato (UG), obtuvo el primer lugar en el concurso institucional Three Minute Thesis (3MT), sobre comunicación de investigación que reta a las y los estudiantes a compartir la importancia de sus proyectos en tan solo tres minutos, convocado por la UG en coordinación con el Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado A.C. (Comepo).
La joven participó con el proyecto Efecto de brasinoesteroides y poliaminas sobre cultivos in vitro y ex vitro de Agave tequilana Weber cv. Azul, mismo que desarrolla bajo la dirección del Dr. Héctor Gordon Núñez Palenius, profesor del Departamento de Agronomía, en el Campus Irapuato-Salamanca de la UG.
Su proyecto de tesis se enfoca en evaluar dos grupos prometedores de reguladores del crecimiento vegetal, los brasinoesteroides y las poliaminas, en el mejoramiento de multiplicación, enraizamiento y aclimatación de plantas de Agave tequilana.
Los brasinoesteroides (esteroides que promueven el crecimiento vegetal) y las poliaminas (compuestos nitrogenados presentes en las plantas) pueden mejorar la eficiencia, calidad y resiliencia en la micropropagación del agave. Este conocimiento podría aplicarse a otros cultivos de interés agrícola, apoyando sistemas productivos más sostenibles y enfrentando desafíos del entorno cambiante.
“De esta experiencia, me quedo con la oportunidad de explicar un proyecto, fuera del contexto técnico y científico, utilizando un lenguaje más digerible para acercarme al público en general”, comentó la alumna, quien es originaria de Aguascalientes y lleva tres años estudiando en la UG.
México alberga el 70 por ciento de las especies del género Agave. La especie de mayor importancia agroeconómica en nuestro país es el Agave tequilana, materia prima del tequila. Sin embargo, existen muchas más especies que poseen un gran valor cultural, ecológico y económico.
Hoy, sus aplicaciones se expanden a nuevas áreas, como bioenergía, bioproductos, alimentos funcionales y agricultura sostenible. Incluso se ha generado un gran interés a nivel internacional. Otros países ya comienzan a explotarlos, pero esta creciente demanda trae consigo un gran reto: ¿cómo producir más plantas, rápido y de buena calidad que enfrenten los retos del entorno?
Aquí entra la biotecnología vegetal. A través del cultivo de tejidos vegetales, es posible regenerar miles de plantas a partir de fragmentos de ellas. Esta técnica se llama micropropagación y requiere condiciones controladas, como medios de cultivos, nutrientes, luz artificial y reguladores de crecimiento vegetal, compuestos naturales muy importantes para el desarrollo y crecimiento de las plantas. Existen muchos grupos de reguladores que ya han sido muy estudiados y usados, pero aún hay compuestos con gran potencial.
Los resultados de su estudio son los siguientes: en la etapa de multiplicación, al añadir pequeñas dosis de brasinoesteroides, cada fragmento de planta logró producir hasta otras 16 nuevas; en el caso de agregar poliaminas, se obtuvieron hasta 25.
Para la etapa de enraizamiento, ambos compuestos fueron capaces de inducir la formación de raíces funcionales. En la etapa de aclimatación, es decir, al pasar las plantas de condiciones de laboratorio al ambiente natural y aplicar brasinoesteroides, se observó un incremento en tamaño, tanto en altura como en grosor de tallo. Un importante efecto fue el mantenimiento del equilibrio iónico interno; se presentó la acumulación de potasio, nitratos y calcio, y se redujo el de sodio, lo que sugiere un efecto osmoprotector que podría ayudar a las plantas a tolerar diferentes condiciones de estrés como sequía, salinidad y altas temperaturas.