
¿Si llegamos todas?/Paty Sánchez
Nos quejamos de la situación de México y nos victimizamos por ser víctimas del sistema, por la corrupción y la impunidad que no nos deja avanzar como país, de la delincuencia organizada y sus vínculos, de la situación de inseguridad que vivimos y de la que nadie está a salvó en este país, salen políticos o políticas a pedir intervención de otros países para que ellos “nos salven” de la desgracia que vivimos y quizás son justificadas algunas de esas preocupaciones, algunas incluso legalmente justificables pero no me cabe duda que seguimos viviendo en una burbuja egoísta en dónde pensamos que somos el centro del universo y que ameritamos toda la atención, pero mientras nos hundimos en nuestro victimismo de país se nos olvidó voltear a ver a otros lados en dónde en serio están sufriendo a un nivel mucho más alarmante que el de México, no escucho a nadie hablar de Gaza, en dónde la crisis se podría equiparar a otras catástrofes humanas perpetuadas por los hombres y en dónde quienes intervinieron lo hicieron ya muy tarde.
Pareciera que no aprendimos nada, existen distintos tipos de guerras, sin duda México hoy por hoy está en una, pero somos un país que dentro de lo que cabe comparado con otros que en serio están viviendo en desgracia estamos en la gloria.
Y si están pensando que nos estoy comparando hacia abajo y no hacia arriba y por eso mis conclusiones, la realidad es que si por qué no apreciamos lo que si tenemos o en lo que si hemos avanzado y jugando el papel de víctimas nos deslindamos de levantar la voz para exigir que si haya intervención pero en los lugares en dónde les están cayendo bombas a niños, ancianos, ciudadanos inocentes que están siendo vistos como objetivos y no como personas no solo por aquellos que lanzan las bombas sino también por toda la comunidad internacional que no ha hecho más por detener esas tragedias humanas.
Y si me enoja que se hable de no intervencionismo desde la federación pero solo cuando no les conviene y que prioricen la diplomacia antes de las matanzas, que no sean contundentes en posturas claras en contra de la guerra y de la matanza de inocentes, podremos estar muy lejos pero Latinoamérica unida podría hacer mucho al exigir a Israel parar los ataques o de lo contrario terminar relaciones diplomáticas y económicas.
Y sin duda México podría encabezar ese movimiento, sin embargo somos tibios para lo que nos conviene.
Y pues si seguimos cada quien en su burbuja, desde lo local hasta lo global creemos que la nuestra nunca se va a tronar, hasta que truena.