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Crónica Cuevanense/ Roberto Tamayo
Dentro de la Macro Estrategia en Materia de Seguridad Pública y Paz Social que anunció desde el inicio de su administración la Gobernadora Libia Denisse García Muñoz Ledo, en el Estado de Guanajuato, denominada CONFIA, el pasado 17 de febrero se anunció la implementación de uno de los programas que constituyen los diez pilares que integran la estrategia mencionada.
Nos referimos al programa Fortaleza Guanajuato: Blindar Fronteras, que consiste en la instalación de siete puestos permanentes de control en diversas carreteras tanto federales como estatales con tráfico abundante y factores importantes en el movimiento económico, turístico y en general el tránsito de personas. Con ello se pretende inhibir el tráfico de armas, a las personas que las poseen, portan o trafican, así como que pretendan delinquir en esos tramos carreteros.
Si bien en el sexenio anterior se instalaron los promocionados Arcos Carreteros que detectaban armas, vehículos robados y placas sobrepuestas, el balance final fue de resultados mínimos pues pocas veces hubo detenciones o hallazgos con estos instrumentos tecnológicos. Tan fueron ineficientes que los diversos cárteles que operan en el Estado se encuentran armados hasta los dientes y pues resulta obvio que ese arsenal ingresó por las carreteras de Guanajuato y circulan de un lado a otro como “Pedro por su casa”, sin que ninguna autoridad interviniera para detenerlos.
Varios expertos en la materia que visitaron nuestro Estado en diversos eventos tanto de carácter público como académicos y de organizaciones de la sociedad civil, tales como el Sr. Capella, el Dr. Palacios Pámanes (de Monterrey), Manuel Vidaurri Aréchiga y Bernardo León, entre otros, los cuales expresaron con estupefacción ¿cómo era posible que en Guanajuato se hubieran incrementado los miembros de varios cárteles y hubiera ingresado tanto armamento en este territorio?, explicando que la respuesta estaba en la falta de vigilancia en las carreteras federales y estatales, las cuales se habían quedado al garete mínimo en los últimos diez años.
Sabemos que como en el cuerpo humano, el sistema circulatorio que alimenta de sangre a todos los órganos vitales, a los Estados les corresponde llevar bienes, servicios, pasajeros y una serie de movimientos esenciales para la vida social, cultural, política y económica de su extensión espacial, por las carreteras que comunican los 46 municipios. Son innumerables a lo largo de estos años los hechos que sufrieron diversos ciudadanos que fueron víctimas de atracos, asaltos, violencia, agresiones y hasta homicidios en las carreteras principales de Guanajuato; incluso todavía hace quince días antes de implementar este programa, un funcionario administrativo del Congreso del Estado que fue enviado a una comisión fue secuestrado en una carretera, despojado de sus pertenencias y del automóvil oficial, le robaron su dinero, objetos personales de valor y sus tarjetas según explicó Javier Alfonso Torres Mereles, Secretario General del Congreso (Periódico A.M. 20/02/25. Pág. A.4). Y los amables lectores podrían relatar en las páginas de este diario los innumerables asaltos y episodios sangrientos que han sucedido en la carretera León – Lagos de Moreno, León – Unión de San Antonio y León – Encarnación de Diaz, Jal. Por ello, resulta inexplicable que no se tomara en cuenta un programa de vigilancia de carreteras.
Qué bueno que ahora sí el Secretario de Gobierno Jorge Jiménez Lona en conjunción con el Secretario de Seguridad y Paz, Juan Mauro González, anuncian la implementación de este programa. El propósito es reducir la criminalidad en estos siete puntos carreteros para aminorar la inseguridad y promover la prosperidad y el crecimiento económico, sobre todo con el uso de instrumentos de inteligencia y elementos de investigación para tomar decisiones y realizar inspecciones, si bien no intrusivas si enérgicas en varios puntos carreteriles de diversos comercios y puntos de servicio en los tramos, donde pudieran estar operando los llamados “halcones” de la delincuencia organizada (gasolineras, tiendas de conveniencia, llanteras, vulcanizadoras, etc.) que son quienes seleccionan a las posibles víctimas y avisan a los delincuentes quiénes son propiciatorias; esto es, hacer una limpia de informantes cómplices en esos tramos carreteros de gran importancia.
Mencionaré en dónde se instalarán estos siete puntos de retenes permanentes, como a continuación: Ocampo, San Diego de la Unión, Los Apaseos, Moroleón, Pénjamo, Purísima del Rincón y Cerro Gordo, los cuales contarán también con la presencia y coordinación de elementos de la Secretaría de la Defensa y de la Guardia Nacional. Contribuyamos los ciudadanos a permitir estas revisiones y continuar nuestro camino; pero también esperemos que las autoridades tengan la suficiente eficiencia para que esa vigilancia permanente no se torne rutinaria y se pierda con el transcurso del tiempo en permisiva y excepcional abriendo el camino a la criminalidad.
Otro factor importante y complementario a este programa operativo será el gestionar, concretar y firmar los convenios con los Estados colindantes como lo son Michoacán, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí, difundiendo públicamente su texto y condiciones bajo los cuales se construyan, para que la ciudadanía estemos en condiciones de coadyuvar y ser empáticos con los elementos que tendrán a cargo esta misión.
Ante la implementación de este programa tan urgentemente demandado por los guanajuatenses, no queda más que reconocer y congratularnos de la atingencia del mismo y, ahora si, tenemos la esperanza y la confianza de que en esta área de seguridad pública ya contamos con Piloto: Juan Mauro González.
CONDOLENCIAS
Aprovecho este espacio para informar a los amables lectores, por su seguimiento y lectura en este espacio de algunos relatos, sobre el personaje denominado Agente Palacios, que el día lunes 17 de febrero falleció en esta ciudad donde se avecindó desde 1997. Reciban nuestro pésame su hijo, esposa, demás familiares y amigos.