![Universidades](https://bajio.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2024/12/KIKE-COLUMNA-ok-3-1100x700-1-107x70.jpg)
Punto y Aparte/Enrique Rivera Cordero
Inevitable pasar de la fiesta del triunfalismo a la realidad. Un corto viaje para regresar a la incertidumbre y preocupación. La semana pasada de festejo, el secretario de Economía Ebrard, cediendo su inteligencia pasó a un desbordado e interesado aplauso a la presidenta Sheinbaum por su supuesta capacidad de convencer al presidente Trump de frenar los aranceles a México. La realidad fue otra, tan es así que la dispensa se dio también con Canadá y le funcionó muy bien al norteamericano, sometió al país vecino, sociedad y gobierno, a su visión de seguridad sin ceder, sólo por posponer por un mes la aplicación de los impuestos a las exportaciones mexicanas. México envió 10 mil efectivos militares a la frontera bajo un generalizado alivio de los mexicanos ante la ilegal sanción comercial.
Después de una semana, mucho ha sucedido para entender que no hubo victoria mexicana. Los aranceles van. Todas las exportaciones de acero y aluminio a EU serán gravadas con 25%. La supuesta tregua no fue tal, además, de ser una violación flagrante al acuerdo comercial. No es consuelo que la determinación afecte más a Canadá que a México; no, porque México está enfrentando a un vecino tramposo y ventajoso, sin capacidad para honrar su propia palabra y compromiso. El juego apenas empieza con notoria desventaja para México no sólo por su vulnerabilidad, sino por su deteriorada imagen internacional.
La nota completa en Quadratín Yucatán