Un caso más, pero con justicia/Patricia Sánchez
En cuestión de horas el lanzamiento de la startup china DeepSeek, que le compite a Chat GPT, cimbró el mercado digital en Estados Unidos provocando que Nvidia, la fabricante de chips más elegida para impulsar las aplicaciones de IA, tuviera pérdidas superiores a los 500 mil millones de dólares.
Al poner a disposición de los usuarios un asistente gratuito y de código abierto que, afirman, usa chips más baratos y menos datos que Chap GPT, China genera un nuevo desafío, principalmente contra Estados Unidos, alentando debates respecto a la competencia económica y geopolítica entre ambas potencias mundiales, en el desarrollo de tecnología de IA.
En Wall Stret, se reportó que las acciones de compañías insignia en tecnología y redes sociales como Microsoft y Meta bajaron un 5.8 por ciento y 4.7 por ciento respectivamente, también Apple y Tesla tuvieron caídas en sus acciones.
La llegada de DeepSeek al mercado, también pulveriza los argumentos de que que impulsar avances adicionales en la inteligencia artificial (IA) requiere inversiones multimillonarias.
Por ejemplo, OpenAI, la empresa detrás de Chat GPT, fundada por Elon Musk, el hombre más rico del mundo, junto con Sam Altman e Ilya Sutskever, recientemente recaudó 6 mil 600 millones de dólares para desarrollo de IA, posicionándose como una de las empresas privadas más valiosas del mundo, sin embargo ahora tendrán que justificar mejor esas cantidades exorbitantes de recursos de los inversionistas, ya que -según expertos que están explorando la nueva startup-, mientras Chat GPT cobra un promedio de 15 dólares por una petición del usuario con cierto grado de dificultad, el mismo servicio lo da DeepSeek por menos de un dólar.
En septiembre del 2024, análisis serios en Estados Unidos referían que China iba un año atrás en materia de inteligencia artificial, sin sospechar lo que el gigante asiático venía cocinando.
El domingo pasado, Marc Andressen, asesor de Donald Trump sobre política tecnológica, publicó en su cuenta de X que: “DeepSeek R1 es el momento Sputnik de la IA”, en alusión al lanzamiento del satélite del mismo nombre en 1957 que abrió la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
Andressen venía advirtiendo que la sobre regulación de la industria de la IA, que impone el gobierno de Estados Unidos obstaculiza a las empresas a desarrollarse, con la amenaza de que China tomara ventaja, y sucedió.
La llegada al mercado de DeepSeek le recuerda a Trump, que sus mensajes y acciones de odio contra los más débiles, como sus vecinos del centro y sur del continente, no tienen efecto en el mercado global entre iguales.
En los últimos años, los esfuerzos de estados Unidos por frentar empresas chinas que amenazan su liderazgo tecnológico, han fracasado. Su política exterior de restringir la venta de semiconductores de IA a China, de tratar de parar al gigante tecnológico Huawei impidiéndole acceder a tecnología estadounidense y a servicios de Google y, recientemente, amagar con sacar a Tik Tok de ese país, salvo que vendan la mitad de la empresa a inversionistas locales, son sólo intentos desesperados por mantener el control tecnológico que, no reconocen, están perdiendo.
China dió un nuevo golpe a Estados Unidos, ahora en el mapa geopolítico digital. Discreto, callado, sin discursos estruendosos, pero fue un tiro de precisión con impacto global.