Descomplicado/Jorge Robledo
Pese a ser sotanero en las encuestas, Chega (que significa basta) un incipiente partido político de Ultraderecha en Portugal, contribuyó a dar un reves al dominio absoluto de la izquierda, durante las elecciones parlamentarias.
En contexto, desde el 2016 el Partido Social Demócrata gobierna Portugal, en todo ese tiempo y en alianza con otros partidos de izquierda, ha tenido mayoría en el parlamento de 230 escaños.
Después de la renuncia del primer ministro de ese país por escandalo de corrupción, el pasado 10 de marzo se votó para la renovación de diputados.
La coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD) ganó de forma ajustada contra el Partido Socialista (PS), en esa alianza de Derecha, Chega cuadruplicó su votación y paso de 12 a 48 escaños.
El punto importante, es que en este cambio en el tablero parlamentario de Portugal, el electorado marcó un ajuste de rumbo, regresan los equilibrios en la toma de decisiones, pues -casi- tres de cada diez votantes, eligieron a la Alianza Democratica y otro porcentaje igual se decantó por la fórmula socialista.
El presidente Marcelo Rebelo de Sousa convocó a sus líderes, para trabajar por conformar el nuevo gobierno y la agenda de esa nación.
En el encono político que atraviesa México (a 68 días de las elecciones), están en riesgo los contrapesos en la cámara baja y la cámara alta, que se traducen en gobernabilidad, lo que no es asunto menor.
Un ejemplo claro que nos permite dimensionar el problema, tuvo un pico de tensión el pasado 20 de marzo, cuando la Mesa Directiva del Senado turnó a la Comisión de Gobernación dos solicitudes para que la Cámara Alta ejerza su facultad constitucional en materia de desaparición de poderes en los estados de Guerrero y Guanajuato.
Todo empezó cuando el grupo parlamentario del PAN, tenía días exigiendo la aplicación de esa figura en Guerrero, por considerar una omisión de las autoridades frente al crímen organizado.
Como reacción, la senadora de Morena por Guanajuato Antares Vázquez Alatorre, pidió la desaparición de poderes en esa entidad gobernada por el PAN, por considerar que hay: “una crisis extrema de derechos humanos, de violencia y todo”.
Además de las descalificaciones y reproches, las intenciones de Morena de tener mayoría absoluta, se vieron representadas en la figura del senador morenista Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora guerrerense Evelyn Salgado, quien dijo que ningun estado del país amerita la desaparición de poderes pero, afirmó: “si nos metemos en este embrollo no vamos a salir y se los adelanto desde ahora, somos mayoría simple; no procede lo de Guerrero y qué tal que procede lo de Guanajuato”.
Con esa expresión, podemos imaginar lo que sucedería en esa y otras batallas legislativas, si el partido en el poder logra la anhelada mayoría absoluta.
Mucho se ha escrito de lo que está en juego en las próximas elecciones y, sin la intención de caer en ese lugar común, es cierto que hay mucho en riesgo, no se puede dar un voto ciego a los partidos que dicen representar algún tipo de derecha, o de centro-izquierda que cada proceso electoral cambian su esencia ideológica al mejor postor, pero sería un error caer en el extremo opuesto, colocar todos los votos a las y los candidatos de un sólo partido y sus aliados.
Un voto diferenciado puede ser un camino viable para mantener el equilibrio en la cámara de diputados y en el senado de la república mexicana, porque en esta elección: basta es necesario para mantener los contrapesos, dejarlo pasar puede tener efectos negativos inimaginables.