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GUANAJUATO, Gto., 27 de mayo de 2025.- En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, el doctor Francisco Javier Solórzano Zepeda, coordinador de la Licenciatura en Médico Cirujano de la Universidad de Guanajuato (UG), enfatizó la importancia de adoptar y mantener hábitos saludables para prevenir la hipertensión, también conocida como la enfermedad silenciosa, pues un dato alarmante es que el 30 por ciento de la población adulta la padece, y de ese porcentaje, un 46 por ciento lo desconoce.
“El estilo de vida es muy importante para vivir más, pero sobre todo para vivir mejor”, destacó el doctor Solórzano Zepeda. Resaltó que integrar hábitos saludables desde la juventud no solo ayuda a prevenir la hipertensión, sino también otras enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer, construyendo así una base sólida para una vida longeva y de calidad.
El especialista explicó que la hipertensión arterial es una enfermedad insidiosa debido a su falta de síntomas. Sin embargo, una vez que se desarrolla, puede desencadenar complicaciones graves y potencialmente mortales, como insuficiencia renal, daño a la retina, infarto al miocardio, insuficiencia cardiaca y eventos vasculares cerebrales, incluyendo hemorragias.
Se estima que el 30 por ciento de la población adulta en el mundo sufre de hipertensión. De este grupo, un 90 por ciento presenta hipertensión secundaria, derivada de condiciones subyacentes como insuficiencia renal o enfermedades del sistema endocrino. El restante 10% corresponde a hipertensión primaria, cuya causa no es claramente identificable.
La hipertensión se manifiesta cuando la presión arterial ejerce una fuerza mayor a lo normal sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, esta presión constante deteriora gradualmente las paredes, lo que resulta en daños a órganos vitales como el corazón, el cerebro, los ojos y los riñones, comprometiendo seriamente la salud general del individuo.
Una presión arterial óptima se considera por debajo de 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), mientras que la hipertensión se diagnostica a partir de los 140/90 mmHg. Aunque la prevalencia es mayor en personas mayores de 40 años, el Dr. Solórzano Zepeda hizo hincapié en la necesidad de tener precaución con los estilos de vida desde edades tempranas para evitar el desarrollo prematuro de la enfermedad.
La hipertensión está estrechamente ligada a hábitos cotidianos que, si no se controlan, pueden ser detonantes. Entre ellos se encuentran el sedentarismo, el consumo excesivo de sales (especialmente en alimentos ultraprocesados), el sobrepeso u obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el estrés crónico, la falta de sueño, así como los antecedentes familiares que pueden incrementar la predisposición.
El doctor Solórzano Zepeda enfatizó que priorizar una alimentación saludable, incrementar la actividad física, mejorar la calidad del descanso, evitar el tabaco y el alcohol, y monitorear la presión arterial de forma regular son acciones fundamentales para asegurar una vida larga y saludable. Estos hábitos son la primera línea de defensa contra la enfermedad silenciosa.
Finalmente, el monitoreo regular de la presión arterial es crucial. Se recomienda que las personas empiecen a hacerlo a partir de los 18 años. Si la presión es óptima, se puede realizar cada 3 a 5 años. Sin embargo, a partir de los 40 años o si existen factores de riesgo, se aconseja realizar el monitoreo al menos una vez al año. Si la presión ya se encuentra elevada, pero no en rango de hipertensión, la frecuencia del monitoreo debe ser mayor y constante.