
Educación superior/Enrique Rivera
La democracia encara su mayor embestida; en muchas partes y desde muchos frentes. México, caso singular. A lo largo de su historia del país la democracia o lo que se le asemeje ha estado presente en breves periodos como la república restaurada, el arribo de Madero y de 1997 a 2018. Es explicable que en México no cobraran vigencia valores, tradiciones y cultura asociados a la democracia, sí instituciones y reglas. Sin ciudadanía, élites y medios comprometidos con las libertades y la coexistencia política ha sido fácil el colapso del régimen democrático. La resistencia, ha sido testimonial. El tránsito a la autocracia y su normalización se acompaña de complacencia e indiferencia.
La democracia se defiende y revelador qué sucede en EU con la determinación de Trump. Como todo, los enemigos de la democracia se arropan en el mandato democrático para acabar con ella. Tres son los objetivos inmediatos: la libertad de expresión, los contrapesos y la legalidad. El paradigma autocrático está presente en proyectos políticos aparentemente opuestos. Hay considerables analogías entre López Obrador/Sheinbaum y Donald Trump, como es el desdén a la legalidad, a los derechos humanos, la proclividad al militarismo, el imperio de la mentira y el enfrentamiento por igual a los medios independientes y a los jueces.
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