Punto y Aparte/Enrique Rivera
¿El aprendiz de la Tercera Guerra Mundial?
La crisis de liderazgo político serio en el mundo, ha provocado que polémicas figuras mediáticas ‘antisistema’ rebasen por la derecha a sus adversarios y ganen la presidencia de sus países, y para muestra un Trump.
Las propias reglas del juego en las democracias ‘modernas’, permiten que hombres y mujeres polémicos, iracundos, extremistas, racistas, pasen de tomar las riendas de su vida o de sus negocios, a tomar las riendas de un país, y hacerlo como si estuvieran jugando Monopoly.
El ejemplo consagrado es Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, será su segundo periodo, después de un impasse de cuatro años. El 20 de enero del 2025 tomará protesta como el presidente número 47 de esa nación pero, ¿podría ser el último?.
Sin ser fatalistas, recientemente el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden autorizó el uso de misiles de largo alcance contra Rusia, lo que expertos interpretan -de forma realista-, como una forma de abrir las puertas a una Tercera Guerra Mundial y, en contraofensiva, el presidente de Rusia Vladimir Putin, anunció que utilizará armas nucleares, si se lanza un misil masivo hacia su país.
El destino del mundo está en manos de viejos lobos de mar que no se distinguen por ser los más sensatos. Putin, ex director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, (FSB sucesor de la KGB), lleva más de 20 años en la presidencia de su país y emprendió la guerra contra Ucrania, Xi Jinping, presidente de China, lleva diez años en el cargo, es quien ha mostrado relativa calma, pues en su última reunión con su homólogo Joe Biden, presidente de Estados Unidos, pidió certidumbre en la relación bilateral, mensaje indirecto también para el próximo mandatario, pero aunque no se ha manifEstado a favor de Rusia, queda claro que su corazoncito se acerca más hacia la nación del vodka.
Respecto a Estados Unidos, Donald Trump se catapultó de forma mediática con su reality show El Aprendiz, donde consolidó su imagen de magnate, empoderado que fue atractivo para la política. Hay datos de que la cobertura mediática gratuita de su campaña presidencial contra Hillary Clinton en 2016, fue equivalente a 2 mil millones de dólares, el doble que su rival. Otro factor que le ayudó fue el apoyo que tuvo de Rupert Murdoch, propietario de Fox News, quien vió en Trump un personaje rentable y útil para sus intereses.
Ucrania es otro ejemplo de aprendices de la política que, de la noche a la mañana adquieren tanto poder, su presidente actual Volodímir Zelenski, es actor y se convirtió en el protagonista de: El servidor del Pueblo, una serie de televisión que narra cómo un profesor se convierte en presidente. Su popularidad lo llevó a ganar las elecciones de su país.
Antes en Italia, hace casi 30 años, Silvio Brlusconi, dueño de tres cadenas nacionales de televisión, sorprendió al sistema político de su país con la creación de un nuevo partido, y posteriormente se convirtió en primer ministro.
En México, también en el año 2000, Vicente Fox sacudió el sistema político quien, con un lenguaje sencillo, enfundado en sus botas vaqueras, mezclilla y sombrero, ganó la presidencia contra todo pronóstico, poniendo fin a 70 años de hegemonía del PRI.
En Argentina, Javir Milei llegó a la presidencia, después de su meteórico ascenso mediático como un economista controvertido que daba buenos niveles de audiencia a los programas que asistía.
El problema es que en un mundo tan polarizado, la seguridad de las naciones no puede estar en manos de personajes que llegan al poder desde el conflicto permanente, o desde el discurso de odio como el caso de: El Aprendiz mayor, Donald Trump. Todos, políticos y votantes, parecen olvidar que; en una guerra, los muertos, la destrucción, la devastación, la recesión económica, no se pueden restablecer, como sucede en los juegos de Monopoly, al iniciar una nueva partida.