
Democracia asesinada
Con el apagón
Un apagón masivo en España, Portugal y parte de Francia colapsó la vida cotidiana de millones de europeos, la interrupción en el suministro eléctrico fue una estocada a la vulnerable seguridad y comodidad que ofrece la vida moderna, de forma inmediata el mundo se cuestionaba si se trataba de un ciberataque.
El corte de suministro eléctrico duró mas de diez horas, tiempo suficiente para paralizar el servicio de telefonía, metros, telefonía, semáforos y cajeros automáticos, lo que desató una demostración de la dependencia casi total que los ciudadanos del mundo tenemos por estar hipercomunicados.
En España, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional para analizar la situación, que dejó sin suministro eléctrico al 60 por ciento de su territorio; por su parte el proveedor español Red Eléctrica no supo dar una explicación y sólo dijo que se investigan las causas.
El corte de suministro ocurrió en la península ibérica y sur de Francia.
El apagón en Portugal que duró casi doce horas, se debió, explicaron las autoridades de esa nación, a que compran el suministro de electricidad a España, país donde se originó la falla; por su parte el primer ministro de ese país, Luis Montenegro dijo que pediría a la Unión Europea una auditoría independiente para esclarecer las causas del apagón.
El presidente del Consejo Europeo, -el portugués- António Costa, se pronunció sobre el acontecimiento, dijo que: hasta el momento, no hay indicios de que el apagón sea resultado de un ciberataque, tesis que inundó las redes sociales.
Francia ha sido claro, sus mandatarios recordaron que, a consecuencia de un mega apagón que padecieron en 2006, desde entonces tomaron medidas para no depender de externos sobre ese importante suministro.
Lo cierto es que con el apagón, al margen de lo ocurrido durante doce horas de incertidumbre en esas tres naciones, la realidad es que la tensión global por la amenaza de una tercera guerra mundial, que puede iniciar por el pretexto menos imaginado y en el lugar menos pensado, la reacción fue mesurada, pero en varios mandatarios del mundo y en el imaginario colectivo, se concibió -aunque no se reconozca-, la posibilidad de un ciberataque con intenciones perversas.