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Guanajuato, Gto., a 13 de septiembre de 2024.- Como parte de las actividades gestionadas por la Cátedra Cervantina de la Universidad de Guanajuato (UG) para la Universiada Cervantina 2024, el Mtro. Igor Ávila Soria presentó la charla “El papel de la Universidad y el pueblo de Guanajuato en el surgimiento y preservación del Festival Internacional Cervantino” (FIC), en el claustro académico “Maestros Enrique Cardona Arizmendi y Cuauhtémoc Ojeda Rodríguez”, en el Edificio Central de la Casa de Estudios.
En el evento, Igor Ávila, originario de Sonora, guitarrista y actual doctorante en el posgrado en Artes de la UG, analizó el papel fundamental de la comunidad universitaria y el pueblo de Guanajuato para el surgimiento de uno de los festivales culturales de mayor tradición y arraigo en el mundo.
El ponente comenzó sus estudios musicales en los talleres libres de la Universidad de Sonora y estudió la Licenciatura en el Conservatorio de las Rosas en Morelia, Michoacán. Desde entonces, participó como intérprete de guitarra en el circuito de festivales del Instituto Sonorense de Cultura durante el periodo 1997-2003, además de numerosos eventos nacionales y en el extranjero, hasta convertirse en maestro invitado en ellos.
Con solo 23 años,
Ávila Soria creó el Festival Internacional y Concurso Latinoamericano de Guitarra de Sonora, el cual realizó durante 18 años ininterrumpidos hasta 2019. Actualmente es presidente de la Asociación Internacional de las Artes, A.C., con la que se realizaron dos ediciones consecutivas del Festival Internacional de Cine del Desierto, actividades que lo llevaron a desarrollar su Maestría y Doctorado en Artes, en la UG, con la tutoría del Dr. Alfonso Pérez Sánchez.
En entrevista, el también gestor cultural comentó:
“La Asociación surgió como un mecanismo administrativo y legal para facilitar la realización y cobertura de los eventos. Lo que yo podía hacer fue una casualidad de la vida. Quería compartirlo en el norte, porque allá no había nada de eso y sí un montón de muchachos que no tuvieron mi suerte. Quería que mis amigos disfrutaran también de las cosas que a mí me parecen bellas”.
Como investigador, Igor Ávila participó en el IX Congreso Internacional de la Sociedad de Musicología Española (Madrid, España), el I Congreso de Mujeres (Zacatecas, Zacatecas) y el Congreso Academia Journals (Salamanca, Guanajuato). También realizó una exposición sobre su trabajo de Maestría en el Festival Internacional de Guitarra del Instituto Cultural Peruano Norteamericano en Lima, Perú en el año 2016.
Al respecto de su incursión en esta actividad, comentó que fue resultado de la unión de muchos factores. “Comencé a participar en los festivales como intérprete y alumno. Después, como invitado, surgieron preguntas. La entrada a los posgrados en la UG me amplío la perspectiva para responderlas, sin asumir nada por anticipado y con una forma completamente distinta en cuanto a cómo observar y entender el acontecer artístico”, dijo.
Ávila fue creador de un festival de guitarra en Zacatecas para motivar la participación de las mujeres. “Como jurado, no las veía y me preguntaba si no había intérpretes, pero sí las había. Me cuestioné entonces por qué no participaban y eso llevó a entender un poco mejor el fenómeno desde otros ángulos. Felizmente, ahora ellas mismas organizan sus festivales, como debería de ser”, señaló.
Sobre el FIC, tema de su tesis doctoral y de la charla, el artista e investigador enfatizó la importancia de resaltar algunos elementos clave en el surgimiento del festival que suelen pasarse por alto, esto sin menospreciar el momento decisivo de su nacimiento. Por ejemplo, que su surgimiento no fue repentino, sino resultado de un contexto previo donde imperaba una efervescente actividad cultural con compañías y actrices y actores aficionados, quienes realizaban temporadas y daban seguimiento a su trabajo.
A partir de una exhaustiva investigación en documentos de archivo, Ávila comenta lo amplio y complejo que resulta el tema, más concluye: “El FIC fue creado totalmente por la sociedad y los jóvenes. Si los segundos no hubieran ido a hacer el Teatro Universitario, si no hubieran estado ahí todas las tardes o en las mañanas, si no hubieran vivido ese proceso de aprendizaje (salir al escenario, tener miedo, cometer ‘errores’), no existiría el festival. Por otro lado, la participación de la sociedad que asistía a las funciones o colaboraba es fundamental. Juntos lo hicieron y dieron un giro fantástico a la actividad de la ciudad”.
“Creo que en la actualidad esa esencia no se ha perdido, sigue muy viva. En las plazas de Guanajuato aún ocurre con las actividades universitarias. Hace unos días, San Roque estaba llena con el Ballet Folklórico”, observó, señalando que la dinámica solamente se ha adaptado a los tiempos, las circunstancias y los modelos.
Por último, en cuanto a la difusión del arte y la cultura, así como el acercamiento de las y los jóvenes a ellos, indicó que la accesibilidad inmediata en las redes sociales ante una oferta universitaria tan grande representa una dificultad. “Cómo, entre ese mundo de opciones, podemos hacer llegar el evento a su público sin que se pierda entre tanta información; el reto está ahí”.