Genio y Figura/ Francisco Buenrostro
Bajo la máxima: el fin justifica los medios, al parecer, el presidente López Obrador bajó al infierno por las llaves del poder.
En su viaje al inframundo no es el primero ni será el último de los aspirantes presidenciales pasados, presentes y futuros por una razón: en México el infierno es una de las aduanas mas importantes para llegar al cielo de la investidura presidencial, por lo menos así se documenta en la historia de la política nacional del último medio siglo. Es la regla no escrita.
Ahora el enojo del presidente es que, de rumores, pasó a la publicación de investigaciones por Anabel Hernández de la DW y Tim Golden de ProPublica.
En esencia, se revela que la DEA dio información de que el Cártel de Sinaloa entregó dos millones de dólares a personajes cercanos a Andrés Manuel López Obrador para financiar su campaña presidencial en el 2006.
En caso de ganar y a cambio de los recursos, el grupo criminal tendría injerencia en designación de comandantes de policías en municipios estratégicos y que se nombrara a un fiscal general de la república que no fuera enemigo.
La reacción de AMLO no se hizo esperar. Calificó las publicaciones como calumnia infame. El mismo político que perdió las elecciones de 2006 y que después llevó al cielo en carruaje de halagos a la periodista Anabel Hernández, por revelar que Genaro García Luna, el hombre que dirigía la guerra contra el narcotráfico en el sexenio de Felipe Calderón, estaba en la nómina del Cártel de Sinaloa.
Ahora, con sus declaraciones desde la silla presidencial, mandó a la periodista al infierno como si fuera un ángel caído. Su enojo se debe a que ahora las investigaciones apuntan hacia él.
¿Le pasará al presidente López Obrador lo mismo que a Calderón, caerá su o sus propios García Luna?. Recordar que en unos días (1 de marzo del 2024) Genaro García Luna, el super secretario de seguridad en el sexenio calderonista, recibirá sentencia en Estados Unidos, después de ser declarado culpable de cinco cargos, entre ellos conspiración internacional para la distribución de cocaína.
En el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) se impulsó la renovación moral que nunca llegó, en la administración de Carlos Salinas de Gortari se expandió el narcotráfico en México, pero no hubo pruebas contra él, Ernesto Zedillo fue un fantasma en el combate a grupos criminales, Vicente Fox sacó al PRI de los pinos pero no al crimen organizado, en el juicio contra Genaro García Luna, el narcotraficante Jesús El Rey Zambada, hermano del jefe del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, reveló que pagó protección durante los gobiernos de Calderón y de Fox.
Recordar que en 2001, cuando Fox era presidente, el líder del Cártel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán, escapó del penal de máxima seguridad de Puente Grande en Jalisco, en ese momento Alejandro Gertz Manero era el secretario de Seguridad Pública, 22 años después, Gertz Manero es el actual fiscal general de la República y su jefe es López Obrador.
Volviendo a la máxima: el fin justifica los medios, a sorpresa de muchos, no la acuñó Nicolas Maquiavelo, aunque se le adjudica su paternidad, lo más cercano a esa frase es lo que pubica en El Príncipe: “Trate pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos”. Otra teoría de la creación de esa frase, es que el conquistador Napoleón Bonaparte, al leer El Príncipe anotó: Triunfad siempre, no importa cómo, y siempre tendréis razón.
Dicho de otra manera por el personaje del Cochiloco en la película El Infierno: “En éste -pinche- país no haces lo que quieres, sino lo que puedes” y, lamentablemente, los malos pueden mucho.