
Hablando en serio/Santiago Heyser Beltrán
José Mujica dejó una huella imborrable en la historia política y social de Uruguay y del mundo. Su vida y su mandato son ejemplos de austeridad, progresismo y defensa de valores éticos que trascienden fronteras.
Uno de los aspectos más destacados de su presidencia fue su austeridad personal. Mujica vivió en su modesta chacra, donó gran parte de su salario y se trasladaba en un viejo Volkswagen. Esta imagen de sencillez y coherencia ética contrastaba fuertemente con la opulencia y los privilegios que suelen rodear a los líderes políticos. Su estilo de vida proyectaba un mensaje claro: el poder no debe ser utilizado para el enriquecimiento personal, sino para el servicio a la comunidad.
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