El madruguete de un Salvador/Jorge Robledo

Más nivel en los debates presidenciales y en los estados donde habrá elecciones a la gubernatura no va a suceder, lo que sí puede pasar es que, mientras las y los candidatos terminan de hacerse pedazos en una guerra de descalificaciones, un salvador se asoma sigiloso y verdaderamente peligroso.

Las encuestas en su mayoría, salvo una (Massive Caller) mantienen como ganadora a Claudia Sheinbaum, de Sigamos Haciendo Historia , con una ventaja promedio de veinte puntos o más contra Xóchitl Gálvez de Fuerza y Corazón por México.

Varias encuestas también han dejado constancia de que, por lo menos en cuatro entidades, las candidaturas tienen su propia vida y habrá elecciones con pronóstico reservado, empezando por Ciudad de México, Veracruz y Yucatán, en donde varias casas encuestadoras les dan un margen de cinco puntos de diferencia entre las y los candidatos punteros.

En el caso de Jalisco varias encuestas dan un margen de 6 a 9 puntos de distancia entre Pablo Lemus de Movimiento Ciudadano sobre Claudia Delgadillo de Morena y aliados, aunque coinciden en que la distancia se va acortando.

A 26 días de las elecciones, Guanajuato es el estado que se percibe más cerca de mantener la hegemonía panista, ahora en fórmula con PRI y PRD, marcando una diferencia de casi dos dígitos contra la candidata de Morena y aliados.

Lo cierto es que en el calor de la batalla, las y los candidatos perdieron la brújula de poner énfasis -durante sus campañas-, en la importancia de mantener los equilibrios en el país y prefieren primero quemar el barco que salvarlo.

Mientras que en aguas mexicanas se registra esta batalla colosal entre navíos políticos, en un país hermano, El Salvador, un barco se dirige a velocidad de batalla directo hacia su Constitución.

El diario digital elsalvador.com publicó recientemente, que el partido Nuevas Ideas, dirigido por Xavier Zablah Bukele, primo del popular presidente Nayib Bukele, reformó la Constitución en la última sesión plenaria.

En esencia, la modificación establece que una reforma podrá acordarse por la Asamblea Legislativa, con la mitad más uno de los diputados electos, que es la mayoría simple.

Lo que preocupa a políticos de partidos de oposición es que con ese cambio, en la siguiente legislatura de 60 escaños, la mayoría simple será de 31 votos, la mayoría calificada será de 40 votos y la mayoría absoluta se alcanzará, gracias a esa modificación a la Constitución, con 45 votos de diputados electos, para ellos lo grave es que el partido Nuevas Ideas obtuvo 54 escaños para el próximo periodo, es decir, ellos solos pueden cambiar la Constitución a su antojo, con todo lo que implica.

Con un presidente popular y carismático que logró reelegirse a inicios del 2024 para mantenerse los próximos cinco años en la presidencia del Salvador, con un partido fiel al Bukelismo y, ahora, con la Constitución en sus manos, quienes creen en la importancia de los contrapesos, ¿tienen motivos para preocuparse o piensan que ese madruguete sólo puede ocurrir en El Salvador?