Sabores/Ale Maldonado
Hablemos de migración. Sí, primero debemos reconocer que nuestro país es el que más mano de obra expulsa a los Estados Unidos.
Debemos entender que millones de mexicanos han emigrado y emigran buscando algo que no tendrán en México. Dinero.
Los sueldos por ser esclavo allá son mucho mayores que ser esclavo acá. La verdad se lee grave, pero es la realidad.
Somos un país cuya mayoría vive en la pobreza, y millones deben huir de sus tierras por la violencia, por falta de oportunidades.
La situación es clara. Morimos de hambre o nos matan en nuestra tierra o intentamos llegar al otro lado. Intentar cruzar puede costar la vida pero vale la pena el riesgo.
Y entonces escuchamos los discursos del presidente hablar de las remesas como si fueran logro de su gobierno, sin aclarar que ese dinero que llega de Estados Unidos es porque en México hay más pobreza y las posibilidades de lograr lo que se gana lejos es casi imposible para la mayoría.
Entonces se acuerda que debe agradecerles y pide que en el país vecino respeten a nuestros connacionales. Los discursos no salvan la vida de ningún migrante.
Es fácil cuestionar la actitud y políticas migratorias estadounidenses sin ver la crisis humanitaria de México. En nuestro país ya hay miles de personas de decenas de países que habitan prácticamente en la mayoría de las capitales.
Habitan en grupos pequeños o familias enteras. Ellos aseguran que para ser pobre es mejor en México que en su país.
El endurecimiento de las medidas migratorias en la frontera norte les imposibilita cruzar ilegalmente. Legalmente pocos llegan a Estados Unidos. México es el patio trasero de la Unión Americana.
El gobierno federal ha sido incapaz de crear políticas migratorias que protejan a los migrantes, por favorecer las políticas de otro país.
Mientras, los migrantes buscan la manera de sobrevivir a robos de autoridades de todos los niveles de gobierno. Buscan la manera de librarse de las garras del crimen organizado.
Buscan evitar ser víctimas de violaciones, extorsiones y otros tantos delitos de los que son víctimas sólo por no ser de esta tierra, que también orilla a su pueblo a emigrar…