Hablando en Serio/Santiago Heyser Beltrán
Estamos en campaña, y mientras todos nos perdemos en discursos, resbalones y promesas, el México real no se detiene, ni por el circo de las campañas que oficialmente inició el viernes pasado, pero que vivimos desde hace años.
En este México real, la violencia continúa sin freno, las calles tienen más baches, los hospitales siguen sin medicamentos ni doctores, las lámparas en la vía pública siguen sin luz, falta agua en las colonias y la basura no pasa cuando debe.
Aquí, en nuestro México en el que los políticos y los medios se pierden en las campañas locales, estatales y federales, las autoridades están en “veda electoral” y ese es el pretexto para ser más opacas y hasta dejar de trabajar.
Si, en los ayuntamientos y gobiernos de las entidades, así como en los congresos estatales, las oficinas están cerradas. La imagen se replica en cualquier oficina pública en todo el país.
Periodistas buscan información en las fiscalías, en las oficinas de ayuntamientos, de dependencias estatales y la respuesta es la misma:
“Estamos en veda, no podemos dar información”, eso si acaso contestan.
Sí, los funcionarios se excusan en la ley electoral para negar información, para no atender a los periodistas pero, ¿de verdad deben ocultarse y dejar de hacer su trabajo ante una mal entendida veda electoral?
Nadie les impide informar los hechos delictivos. Nada les impide hablar de saldos en caso de lluvias o sismos. Nada les impide responder sobre lámparas sin luz, atender el bacheo de calles, regularizar el servicio de recolección de basura y arreglar fugas de agua.
Lo único que ciertamente no pueden hacer es salir en la foto y presumir su trabajo realizado.
Sin embargo, pareciera que este impedimento publicitario vale lo suficiente como para bajar la cortina y dejar de hacer su trabajo.
Claro que por eso ya entregaron los apoyos sociales, incluso lo de varios meses por adelantado, para asegurar los votos. Ayuntamientos en todo el país y gobiernos estatales entregaron y presumieron obras sin terminar como logros para jalar votos.
Hasta el último minuto del jueves pasado los correos de las redacciones fueron saturados con comunicados sobre obras a medias inauguradas con bombo y platillo.
Pero a partir del viernes, la respuesta es la misma en todos los ayuntamientos y oficinas gubernamentales:
“Las entrevistas están pausadas por la veda electoral. Ahora nadie puede hablar”, no importa el tema, o si es un reportero o un ciudadano, ya no hay información pública sobre ni un tema.
Y así es como justifican su opacidad, ocultan información y evaden sus responsabilidades. Habrá quien me diga que así son siempre, y tal vez si, pero ahora y por tres meses tienen el pretexto perfecto.