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GUANAJUATO, Gto. 9 de febrero de 2024.- Estudiantes de la Universidad de Guanajuato realizaron cuestionamientos al profesor Carlos Courdurier cuando este se manifestaba en contra de su “no permanencia” en la universidad.
Le cuestionaron su relación con el profesor Jesús Arellano, señalado como uno de los movilizadores para un grupo de choque que violentó al Movimiento Colmena el martes 12 de septiembre de 2023.
El profesor Courdurier, de la licenciatura en Ciencia Política, denunció que hubo un juicio sumario en su contra para determinar su “no permanencia” como profesor de tiempo completo en la universidad, lo cual va a impugnar.
De acuerdo con una publicación del estudiante Roy Rivera en sus redes sociales, el maestro Courdurier acusó que esta rapidez para hacerlo a un lado y ‘justicia pronta y expedita’ se debe al contexto específico de las movilizaciones estudiantiles que ocurrieron en la rectoría general el semestre pasado.
“Pues luego de que un grupo de compañeras de la carrera hicieran una serie de denuncias públicas en contra de la directora de la carrera Ma. Aidé Hernández, los profesores integrantes del cuerpo académico “Sociedad civil y libertades”: Miguel Vilches, Jesús Aguilar, Vanessa Góngora y Carlos Courdurier emitieron un comunicado para que las autoridades atendieran las denuncias públicas”, planteó el estudiante.
Sin embargo, hubo diferentes cuestionamientos de los alumnos al profesor Carlos Courdurier: ¿Cuál fue la justificación de su no permanencia?, ¿cuál era su relación con Jesús Arellano, señalado por los estudiantes como violentador, y las razones del porque abandonó las clases que impartía en la maestría de análisis político de la universidad.
Ante esto, el maestro respondió que su salida se debía a una evaluación donde se toman en cuenta diferentes criterios; desempeño académico, numero de investigaciones publicadas, entre otras cosas.
Mencionó que su “único” error es no pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores ni estar inscrito en el Registro Federal de Profesores de Tiempo Completo.
Expresó su solidaridad y respaldo con Arellano, pues en su opinión no había pruebas suficientes para calificarlo como violento.
En su descargo, dijo también que suspendió sus actividades debido a comentarios de la coordinadora de la maestría respecto de su posicionamiento donde apoyaba las denuncias públicas de algunas compañeras, aludió que tenía derecho a su respetabilidad y que la confianza se construía con base en 3 elementos: integridad, benevolencia y competencia.
Finalmente los estudiantes condenaron la violencia ejercida ejercida por parte de las autoridades a la comunidad estudiantil, así también que los usen como sus armas para los pleitos que tienen entre académicos.
“Pues lejos de pensar en la universidad como un espacio de formación comunitaria lo ven como un terreno de guerra donde sus peones somos la comunidad estudiantil. No más, no en nuestro nombre”, señala la publicación.