
La presidenta predica en el desierto
Por mis pistolas
¿Qué hacer cuando el tráfico de armas de los Estados Unidos hacia México está desbordado? Según lo aseguró la propia presidenta Claudia Sheinbaum a su homólogo norteamericano Donald Trump.
¿Cómo hacer frente a una delincuencia organizada que cuenta con armamento, realmente, pesado? No hablamos de pistolitas calibre .25 o .22, no, no… Me refiero a fusiles Barret, calibre .50, con los que puedes igual tumbar un helicóptero, que cazar un elefante o perforar el blindaje de las camionetas de los cárteles enemigos (de las patrullas ni las menciono, porque no tienen blindaje y las reducirían a chatarra en cuestión de segundos sin ningún problema).
Para los legisladores afines al poder (Morena, PVEM y PT) la respuesta a estas interrogantes iniciales es muy sencilla vamos a armar a funcionarios federales cuya labor nada, pero absolutamente nada, tiene que ver con el tema de la seguridad, como, por ejemplo, a empleados de la Secretaría de Hacienda o de la Comisión Federal de Electricidad o de Pemex, esa es la panacea para recuperar la paz y la tranquilidad en el país.
Ahora resulta que, en una de esas, doña Carlota, la ancianita de Valle de Chalco que cobra la renta a punta de pistola, podría ser contratada como auditora del SAT o como inspectora de la CFE que cada vez que detecte un diablito colgado de los cables de luz tome venganza al más puro estilo de John Wick cuando alguien le llega a ningunear a su perro.
Y es que, con 105 votos, fue aprobada en el Senado de la República la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que modificará más de cien artículos, siendo uno de los que más llaman la atención la autorización para que funcionarios de empresas paraestatales, organismos autónomos y empresas de seguridad privada puedan contar con una licencia para portar arma.
Este proyecto fue enviado al Congreso de la Unión por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora será turnado a la actual titular del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum Pardo, para que continúe con el trámite correspondiente.
Claro que, en su momento, cuando el senador panista Jorge Luis Preciado propuso abrir la portación de armas de fuego a toda la población, para que, al menos, la gente de bien se pudiera defender de los delincuentes, poniéndose de tú a tú con ellos, todos los legisladores pusieron el grito en el cielo, de todos los partidos, por cierto, pero ahora que la indicación viene desde Palenque, les parece una brillante e innovadora idea.
Otra de las adiciones a esta Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos parece más con fines de actualización y hasta suena lógica como es el castigar con severas penas a quienes hagan uso de las modernas impresoras 3D para crear armas. Sin embargo, este tipo de avances tecnológicos están muy lejos todavía de quedar al alcance de la mayor parte de la población.
Lo que sí se ven cada día más (porque hasta para eso tiene ingenio el mexicano) son armas hechizas o también conocidas como artesanales, que hasta en formato de pluma vienen y que pueden de manera muy económica y efectiva quitarle la vida a alguien, porque mientras los legisladores continúan aprobando disparates que les envían con la consigna de no pensar y sólo alzar la mano, la delincuencia en nuestro país va un paso adelante.
Aunque utópico, me gusta pensar que algún día la humanidad evolucione en su pensamiento y las armas de todo tipo sólo puedan encontrarse en los museos, como un recuerdo de lo que nunca debió existir. Sé que parece muy ilusorio, pero también así de improbables son las iniciativas de Morena y aun así las aprueban, así que se vale soñar.