Detrás de Cámaras/Norberto Gasque Martínez
El segundo debate presidencial fue una guerra de leñadores, ahora las hachas de las candidatas y el candidato estuvieron mejor afiladas y los golpes fueron más contundentes, repitieron la fórmula del primer debate, se concentraron en los árboles, ¿y el bosque?.
La realidad es que no hubo claridad en los cómo garantizar un ecosistema socioeconómico estable y con infraestructura para enfrentar el cambio climático que es, de los grandes retos del siglo, acompañado de resolver el problema de abastecimiento de agua en este gran bosque llamado México.
Ganaron de nuevo las descalificaciones, el fuego cruzado entre Xóchitl Gálvez de la coalición PAN-PRI-PRD, refiriéndose a Claudia Sheinbaum, de Morena y aliados, como narcocanditata y a su vez, Sheinbaum regresó estocadas a Xóchitl como corrupta y la candidata de la prian-dilla-inmobiliaria, que ocupó segunda posición de tendencias en la red social X (antes twitter).
De fondo vimos a dos candidatas sin profundizar en propuestas en los temas acordados para el segundo debate: Economía, infraestructura y cambio climático.
Claudia destacó algunos logros de la cuarta transformación que pregona el presidente López Obrador y puntualizó que la elección del 2 de junio es entre dos modelos de gobierno, neoliberalismo o izquierda, también dejó ver más habilidad mental en sus respuestas improvisadas contra Gálvez.
Por su parte Jorge Álvarez Máynez destacó logros de Movimiento ciudadano en Jalisco y Nuevo León, también señaló que se han normalizado las desigualdades y fue quien más empleó su tiempo en propuestas, buscando derribar más árboles para intentar superar los diez puntos que ya alcanzó en intención de votos.
Llamó particularmente la atención, que más allá del debate, en las principales televisoras del país y en redes sociales, hubo post debate y debates de los post debates que, por momentos se pusieron más interesantes que el organizado por el INE.
Analistas se empeñaron en contrastar datos duros para desmentir o apoyar a Claudia Sheinbaum, según su posición, en temas como generación de empleos, inversión extranjera, inflación, pobreza y salud, entre otros.
Lo cierto es que a casi un mes de las elecciones, La candidata del presidente mantiene una ventaja importante, datos de -por lo menos- tres casas encuestadoras de prestigio, le dieron la victoria del debate a Claudia Sheinbaum con rangos de 20 a 30 puntos de diferencia contra Xóchitl Gálvez y en esa proporción se mantiene la intención de voto.
Expertos son claros al referir que en cualquier parte del mundo, los debates presidenciales no mueven la intención de voto, salvo que suceda algo realmente extraordinario. Xóchitl mantiene la preferencia de una tercera parte de la población que no comulga con la continuidad de la 4T y Claudia mantiene simpatías con seis de cada diez mexicanos que quieren a López Obrador y, consecuentemente, a su candidata.
Sólo hasta el 2 de junio sabremos si Morena y aliados gana la presidencia y si también gana la mayoría de los estados con elecciones a la gubernatura, diputaciones y senadurías, o si la oposición y la propuesta de Fuerza y Corazón por México, logra que el cantado triunfo de la cuarta transformación, sea por decisión dividida y no por decisión unánime, por lo pronto, todo parece indicar que este bosque ya se taló.