
Descomplicado /Jorge Robledo
El mundo se globalizó profundamente en el último medio siglo; el libre comercio y las finanzas fueron los ejes articuladores del proceso. Las crisis se han resuelto con elevados costos para quienes se desentienden de las reglas del nuevo juego. Como podrá advertirse, la democracia no se incorporó propiamente al cambio; sin embargo, tenía una funcionalidad económica, en el sentido de que, hasta antes del arribo de la ola populista, contribuía a la responsabilidad en el ejercicio del poder político. La democracia premiaba la certeza, con el populismo sucede lo contrario, el voto lleva a gobernantes impredecibles, desentendidos de los contrapesos y de los límites; es factor de incertidumbre.
Hace falta entender las razones profundas del descontento para el arribo del populismo al poder. Economía y corrupción no son suficientes. La profunda crisis del consenso responde a causas más complejas que la racionalidad social implícita en las explicaciones convencionales. México es más corrupto y tan desigual como antes del triunfo de López Obrador y, sin embargo, su proyecto fue ratificado en el poder con una amplia mayoría. Biden cerró su gobierno con cifras espectaculares en materia de empleo, crecimiento y baja inflación; no obstante, en el momento de la elección, presentaba una diferencia negativa de 18 puntos entre quienes lo aprobaban y quienes lo rechazaban. No había manera de ganar la elección, y Trump, a pesar de sus antecedentes, regresó al poder con mayoría en ambas Cámaras.
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