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GUANAJUATO, Gto., 23 de mayo de 2025.- La Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) puso en marcha una estrategia integral para fortalecer redes de apoyo entre familia y escuela, con el objetivo de acompañar a niñas, niños y adolescentes con discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista (TEA) o trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/TDAH).
Como parte de esta iniciativa, se llevó a cabo el webinar “Redes de apoyo: familia y escuela de estudiantes con discapacidad”, dirigido a docentes, madres y padres de familia, personal especializado y público en general.
La psicóloga clínica Irma González Almaraz compartió una visión empática sobre el rol de las redes de apoyo. “Una red de apoyo no significa que harán todo por mí, sino que me acercan a oportunidades, recursos o personas que me ayudan a resolver lo que yo no puedo, no tengo o no sé”, explicó, al subrayar que la familia es el primer núcleo de contención, pero debe ser acompañada por la escuela, el sector salud y otras instituciones.
También enfatizó la importancia de la detección oportuna en los primeros meses de vida, ya que puede marcar una diferencia clave en el desarrollo de los menores.
Este esfuerzo forma parte de la primera temporada de webinars que impulsa la SEG en el actual ciclo escolar. Ya se proyecta una segunda temporada con diez nuevos capítulos para el próximo periodo, con lo que se consolida una ruta formativa permanente y accesible para la comunidad educativa.
Gracias a esta estrategia, se prevé un impacto directo en más de 10 mil estudiantes con distintas condiciones, incluyendo 5,186 con discapacidad intelectual, 2,423 con TEA y 2,497 con TDA/TDAH.
La Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAE) refuerza esta acción mediante la consolidación de una red interinstitucional de atención y acompañamiento, que apuesta por la inclusión como una realidad construida con compromiso, innovación y participación activa.
Con estas acciones, la SEG reafirma su liderazgo nacional en prácticas inclusivas, al demostrar que el trabajo coordinado entre familia y escuela es clave para garantizar una educación digna, respetuosa y adaptada a la diversidad de cada estudiante.