Sabores/Ale Maldonado
Stopelmeyer, Pedro Valtierra, Demetrio Bilbatúa, José Manuel Nieto, Oscar Pugliese, son algunos de los maestros de la lente cuyos nombres se escriben con letras de oro en los anales de la fotografía y de la crónica deportiva de México.
Ellos eran tropa y se la rifaban en serio en busca de las mejores imágenes, lo mismo en la Carrera Ciclista Tanspeninsular, que en el Marathón del Balsas, que fueron dos de los eventos más demandantes de los 70.
Stopelmeyer y Valtierra eran tranquilos y reservados. Se pasaban el día en busca de sus mejores encuadresy de los personajes singulares de la competencia. Le ponían el sello de arte a sus tomas.
El camarógrafo de Canal 13, José Manuel Nieto,viajaba espalda con espalda con el operador de su moto y se inclinaba casi a ras de piso para obtener las imágenes más impresionantes, desde la rueda del ciclista.
El cineasta Bilbatúa, lograba casi el mismo efecto que Nieto, pero no se exponía… Simplemente bajaba la cámara y pasaba junto a los ciclistas, también desde la rueda.
A Pugliese, orcuchosamente argentino, autor de las mejores portadas del ESTO, lo amenazábamos siempre con aplicarle el 33, para regresarlo a su país,cada vez que empezaba a dar lata. Nunca se quejó pero esperó el momento para su revancha.
En una de las tantas ediciones Transpeninsulares el evento cruzó a Estados Unidos por la zona de California. Pugliese se levantó en el autobús y comenzó a dar lata. Cuando quisimos quejarnos, respondió:
-Aquí sí se la pelan, ¡que 33, ni que 33, aquí todos somos extranjeros!
Todos los mencionados, se volvieron “vacas sagradas”, curtidos en la trinchera del reporteo diario; maestros de generaciones de fotógrafos y camarógrafos y, sobre todo, admirados y grandes amigos.