¡Bienvenido Roberto Tamayo a Quadratín!
Describir los antecedentes de sitios emblemáticos de una ciudad, es como volver al pasado en la búsqueda de reminiscencias históricas, sobre ese pasado glorioso que guardan las añoranzas, en donde a los visitantes los comerciantes reciben con saludos cordiales: ´buenos días´.
En la ciudad de Guanajuato, Capital del Estado, es un sitio que cuenta con amplias raíces de sus vestigios, desarrollo y transcurrir del tiempo, que a lo largo de más de una centuria se mantiene firme y se contempla en la perspectiva, desde cualquier punto del centro histórico citadino, como lo representa el Mercado Hidalgo.
El lugar preferido de los ancestros, tal vez dirán con cierto sarcasmo las actuales generaciones, pero lo referente del lugar es que logra congregar a diario a las multitudes, que por una u otra razón acuden para abastecerse de los productos de consumo básico popular.
En su planta baja y por sus estrechos pasillos se interconectan los más de doscientos locales, en donde se expenden los más variados consumos de frutas, verduras, carnes, abarrotes e incluso pequeñas fondas establecidas para los comensales.
A diario es el ir y venir del transcurrir de los días de los comerciantes locatarios, para el abastecimiento de los productos que expenden a los clientes; y, son de notarse de manera sobresaliente, las voces que marcan los sonidos del constante bullicio.
En cuanto a la planta alta, destacan sobre todo los pequeños establecimientos de artesanías, que resultan del agrado popular, como las tradicionales charamuscas de momias, dulces típicos de Guanajuato; y por igual los emblemáticos llaveros, gorras y sombreros, entre otros artículos decorativos.
Datos ilustrativos del mercado, son los relacionados a las actividades culturales, porque también ha servido para conciertos musicales y cantos de ópera, en pasadas ocasiones de las cuadragésimas ediciones del Festival Internacional Cervantino, con cantores que surgieron entre la gente entonando las piezas clásicas operísticas.
Así transcurren los días en el mercado, a donde acuden lugareños, lo mismo que visitantes turistas nacionales e incluso provenientes del extranjero, de éstos últimos, entre japoneses, coreanos, estadounidenses, canadienses, españoles, italianos, colombianos, guatemaltecos, venezolanos, brasileños.
En resumen, acudir al Mercado Hidalgo es como realizar un viaje a encontrarse con el pasado, que al estar presente se contempla su histórico paso del tiempo, por lo cual requiere de obras de mantenimiento en sus techos, alumbrado, tuberías de agua y drenaje y servicios generales de limpieza.
En 1904 inició su construcción en la anterior la plaza de toros Gavira, obra a cargo de los Ingenieros Ernesto Brunel y Ponciano Aguilar. Su diseño estructural y la torre del reloj estuvieron a cargo de Alexandre Gustave Eiffel, quien construyó la Torre Eiffel de París, Francia. Fue inaugurado el 16 de septiembre de 1910 y mide 70 metros de largo y 35 de ancho, con fachada de cantera rosa con 10 arcos y tres accesos.