Pide ONU evitar un derramamiento de sangre en Siria y abrir la transición
LEÓN, Gto., 13 de julio de 2024.- La influencia del crimen organizado, los narcocorridos y la cultura de las producciones de series de narcos, han permeado en partes de la sociedad francesa, por lo que las autoridades hablan de la mexicanización de la Francia.
Señaló lo anterior la periodista Kasia Wyderko durante el Segundo Encuentro de Periodismo por la Paz, al participar en la ponencia Ejercer el Periodismo en Entornos Violentos.
La periodista de guerra estuvo acompañada en el conversatorio por Lina María Peña, Presidenta de la Asociación Iberoamericana de Prensa Independiente de Colombia, además de Alberto Peláez, periodista y corresponsal de guerra español, así como del periodista mexicano Pablo Cesar Carrillo y como moderador, el periodista y presidente de SOIPAZ Jorge Robledo Vega.
“El Chapo Guzman se ha convertido en héroe e icono de los submundos de Francia, estos jóvenes imprimen sus propias playeras y la portan haciendo alusión al crimen organizado, actos que comienzan a hacer notar la influencia del narco en la ciudad”, agregó.
Sin embargo, la periodista también señala que México también ha conquista corazones en diversas partes del mundo por su cultura, música y tradiciones. Recordó que durante una cobertura de guerra en la zona de Yugoslavia, un retén de soldados la detuvo y ella les dijo que era mexicana, le pidieron tequila (el cual no portaba) y terminaron cantando con ella canciones del guanajuatense José Alfredo Jiménez.
La violencia como la que se vive en Francia, Europa, Colombia y México, pone en peligro a los periodistas, quienes cada día enfrentan situaciones de riesgo para cumplir con su labor, apuntó Jorge Robledo.
“Un periodista que va a la guerra tiene que tener claro que la muerte es un accidente laboral”, aseveró Kasia Wyderko, sin embargo, Lina María Peña y Pablo Cesar Carrillo coinciden que en zonas como México y Colombia, el periodista además afrenta ataques legales, emocionales y no sabe cuando puede llegar a morir por “incomodar”.
Alberto Peláez, periodista y corresponsal de guerra español, dijo que en Europa el periodista cuenta con mayores garantías legales para cubrir su actuar periodístico, sin embargo, para muchos comunicadores, dar la vida por comunicar es una postura cuestionable.
Finalmente, los expertos coincidieron en que es necesario hablar de la apología del delito para que los jóvenes conozcan la verdad sobre el narcotráfico, pero además debe existir una unión entre el gremio periodístico no solo de manera local, sino internacional y así exigir garantías a las autoridades.