
Descomplicado/Jorge Robledo
La falta de reglas globales y el menosprecio a las mismas por parte de liderazgos mundiales estratégicos es una de las principales debilidades del multilateralismo en la actualidad.
Es verdad que la naturaleza del ser humano es la subsistencia, es legítimo querer sobrevivir a veces a costa de otros como es el caso de la cadena alimenticia, sin embargo el ego humano y el ego nacionalista ha sido la gran perdición del ser humano.
El gran error querer imponer ideas que a veces solo aplican por región por temas culturales, históricos y sociales. Creer que un sistema es el correcto y que por ende todos los demás están mal.
Poner en riesgo a toda una población por temas económicos y a veces espirituales, justificar actos de violencia por cuestiones subjetivas resulta una gran irresponsabilidad.
Pero el tema central de lo que está ocurriendo en el mundo sin duda tiene que ver con el quiebre y debilidad de los sistemas multilaterales de paz y negociación.
No renovar las reglas, no hacerlas claras, no establecer candados reales para sancionar a los países que no respetan o incluso violan los tratados internacionales de manera recurrente, no depender económicamente de ningún país, meterse en política interior para alertar de regímenes violentos que se empiezan a perpetrar en las cabezas de sus ciudadanos a través del uso malicioso y manipulación de creencias religiosas y falsas promesas de salvación eterna, liderazgos capaces no solo de señalar sino de sancionar.
Las instituciones globales surgieron para velar por la paz y la justicia en el mundo, como foros de intercambio de comunicación, de conciliación, de negociación y de compromisos, sin embargo en el momento que un solo país deja el compromiso de Facto por la buena fe que se presume y de jure en el caso de los tratados internacionales ratificados por los países es cuando se pone en riesgo esa paz tan anhelada, así que los países deben mirar hacia adentro y hacerse la pregunta sobre si están contribuyendo o no al respeto a los tratados y al fortalecimiento del multilateralismo que al final del día su objetivo es lograr el buen entendimiento entre las naciones y evitar los conflictos bélicos que hoy estamos viviendo en el mundo.