
Democracia asesinada
Una mujer que trabaja con un salario en México destina 35 horas semanales a esa actividad, y en labores de cuidado y el hogar destina 42 (agregaría que son más o de tiempo completo), por tanto el tiempo que puede dedicar a un empleo pagado es menor y es ahí donde se abre la brecha en comparación con los hombres y su participación en el mercado laboral, ellos dedican 55 horas a la semana para trabajar y apenas 10 horas al hogar, esto de acuerdo a un análisis de la organización México Cómo Vamos. Por ello es injusto decir que una mujer que no está en una nómina es desempleada, sí trabajan pero sin salario.
Asimismo sería injusto quedarnos con solo 10 horas de los hombres para el hogar, hay algunos que dedican muchas más por la dinámica familiar y en los tiempos que corren los roles se han reconfigurado.
En México la tasa de participación laboral de las mujeres es de apenas 46 por ciento de acuerdo al IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) y en 10 años no ha avanzado nada, apenas un 3%, ante la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) es la economía con menor ritmo de incorporación de mujeres al mercado de trabajo. Para saber dónde estamos parados en Latinoamérica el promedio de la OCDE es de 67 por ciento.
Si hacemos un barrido por algunos estados en México es Chiapas que tiene la tasa de participación laboral de mujeres más baja con un 30%, Michoacán 44 por ciento, Jalisco 45%, Guanajuato 46 por ciento, Sinaloa, Nuevo León y Querétaro 48 por ciento, Yucatán 53%, CDMX 55% y Baja California Sur 58 por ciento con la participación más alta por mencionar algunos, de acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi 2024.
Ante este panorama es necesario un Sistema Nacional de Cuidados, al iniciar su administración la presidenta Claudia Sheinbaum anunció su creación de manera gradual para iniciar con jornaleras agrícolas y mujeres de la maquila por ser el grupo más vulnerable social y económicamente.
Un Sistema Nacional de Cuidados es un conjunto de políticas, programas y acciones para garantizar los derechos de todas y todos aquellos que necesitan y brindan cuidados, que tenga un impacto en la vida de las mujeres que les dé acceso a igualdad de oportunidades en el mundo laboral, educativo, social y político.
Para que funcione es necesario tener voluntad política y presupuesto, además estar acompañado de un marco legal y normativo del derecho al cuidado en el que todas las personas sean sujetas de derecho, aumentar la disponibilidad de los servicios de cuidados e infraestructura en establecimientos, derecho a la seguridad social además de condiciones laborales dignas para las personas cuidadoras y trabajadoras del hogar remuneradas, financiamiento, gasto social y fiscal con enfoque en derechos humanos y de cuidados e involucrar a todos los actores: mercado, sociedad civil y hogares.
Para lograr un cambio no solamente se trata de incorporar a las mujeres a la vida laboral sino equiparar salarios entre mujeres y hombres, en promedio las trabajadoras perciben 83 pesos por cada 100 que reciben los hombres de acuerdo con el Observatorio del Mercado Laboral de México Cómo Vamos.
Un Sistema Nacional de Cuidados nos ayudará a reducir la brecha laboral y salarial, a que las mujeres puedan tener una plena participación con presencia en puestos de liderazgo y conjugar su maternidad sin interrumpir o terminar su desarrollo profesional.