
Descomplicado/Jorge Robledo
Hace cinco años el 11 de marzo del 2020 la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró la pandemia del Covid-19. Lo que en un principio pensamos sería un tiempo breve o de unas cuantas semanas, se convirtió en meses y años, no imaginábamos lo que vendría, entre el descubrimiento de un nuevo virus, la desinformación, una crisis económica por el confinamiento, y la falta de capacidad hospitalaria de muchos países como México, los años que vivimos fueron una dura experiencia para la humanidad.
Según un informe de la OMS hasta el 10 de noviembre de 2024 se confirmaron más de 776 millones de casos en 234 países, junto con un saldo de más de 7 millones de muertes. Estas cifras, que reflejan el alcance histórico de la crisis sanitaria, muestran la magnitud del desafío que enfrentó el mundo.
En México el Covid dejó más de 800 mil muertes en exceso, de las cuales aproximadamente 300 mil fueron atribuidas a negligencia en la gestión gubernamental.
La aparición del coronavirus SARS-CoV-2 fue por primera vez el 31 de diciembre de 2019, tras reportarse un grupo de casos de neumonía viral en la localidad china de Wuhan.
Con todo ese contexto, a cinco años podemos hablar de lecciones aprendidas y aspectos positivos que nos dejó la pandemia. Por un lado el avance de la ciencia para crear una fórmula efectiva en tan solo 9 meses, Pfizer, BioNtech, Moderna crearon vacunas en tiempo récord. Devi Sridhar profesora de la Universidad de Edimburgo y autora del libro “Prevenible: cómo una pandemia cambió el mundo y cómo detener la próxima”, señala que el aprendizaje tiene impacto en una mejor detección e identificación de nuevos brotes.
La educación podemos decir es uno de los sectores donde más afectación se registró al no estar preparados para continuar con clases en casa, nos dimos cuenta que por lo menos en México la educación en línea no era parte de la mayoría de programas académicos de educación básica y esto se refleja en el rezago educativo y deserción escolar que existe actualmente, la falta de digitalización fue notoria al cierre de las escuelas, pero esto dio oportunidad para repensar los sistemas educativos y una enseñanza más híbrida y flexible.
Los impactos de la pandemia en el ámbito laboral no fueron menores, el desempleo alcanzó niveles máximos, el cierre de comercios generó una tasa de desocupación alta y la falta de oportunidades para jóvenes y mujeres se acentuó más.
Las empresas con finanzas sólidas lograron soportar el confinamiento del 2020 al 2022 los años más fuertes de contagios, el área de aprendizaje la tenemos en el home office que las empresas adoptaron en ese tiempo y algunas lo implementaron de forma permanente al descubrir los beneficios del teletrabajo en ahorro y productividad.
La modalidad híbrida es una de las ventajas que dejó el confinamiento, aplicaciones como Uber eats y Rappiabrieron nuevos puestos de trabajo aunque siguen con el reto de la precarización y protección laboral.
Una de las lecciones más importantes fue el cuidado de la salud mental, el encierro, pérdida de familiares y el personal médico que día a día enfrentó esta batalla experimentó trastornos depresivos, de ansiedad y estrés. Hoy hay más conciencia sobre lo necesario de cuidar la salud mental, los psicólogos fueron y es una de las profesiones más buscadas a raíz de la pandemia y acudir a terapia ya está más normalizado.
A cinco años nos podemos preguntar ¿estamos preparados en caso de que nos toque vivir otra pandemia? Los gobiernos por su parte deben trabajar y enfocar sus esfuerzos en tres rubros esenciales: en la educación, en la ciencia y en la salud para hacer frente a una crisis de esa naturaleza.