Hablando en Serio/ Santiago Heyser Beltrán
RICARDO ROCHA
Con motivo de su primer aniversario luctuoso, el 4 de junio último, no quiero pasar por alto el privilegio que un hombre generoso como él, me brindo con su amistad y cercanía, a mediados de los 70.
El tiempo de los deportes, que yo pasaba al aire (al 15 para la hora), era el momento del café para la mayoría de los locutores de cabina en “La X-730, 24 Horas de Información Ininterrumpida”, exitoso experimento de la División Radio de Televisa.
Ahí, en Morelos 16, sexto piso, Ricardo Rocha era el único que me acompañaba y hacía más grato ese espacio con preguntas y comentarios sobre la información que yo daba.
Miguel Ángel Morado, Luis Ángel Cisneros, Paco Stanley, Marco Tulio García y después Miguel Gutiérrez, eran mis otros compañeros de micrófono, quienes me presentaban y se salían por su café.
Eventualmente, ese tiempo de los deportes se vestía de lujo con la presencia de señorones de la crónica como Pedro “El Mago” Septién, Ángel Fernández, Enrique Llanes, quienes con sus solas voces llenaban la cabina y hacían sonar todavía más tipluda mi novata voz.
Al buen Richard, siempre enterado, le interesabantodos los deportes, por lo que en varias ocasiones rebasábamos los 15 minutos al adentrarnos en algún tema.
Hablaba con el mismo entusiasmo de futbol, boxeo y hasta de autos. Estas dos últimas eran mis fuentes habituales y le gustaba que le platicara lo mismo del “Púas” Olivares, que de Miguel Canto, o de Héctor Alonso Rebaque entre otras figuras de la época.
Siempre muy educado, era el clásico muchacho decente en espera de mejores aires, que le llegarían más tarde con “En Contacto Directo”, que marcó su entrada a la televisión y de ahí para adelante.
Luego de ese salto, nos vimos pocas veces, pero siempre que lo requerí, en plan de cuates o como ejecutivo de la empresa, encontré la respuesta del amigo; nunca perdió la sencillez en nuestro trato. Se le extraña.