Genio y figura/Francisco Buenrostro
Tal parece que en el gobierno nacional no dimensionan la gravedad de la amenaza que representa Trump 2.0. Con insistencia tratan de convencerse a sí mismos que es historia conocida y que como en el pasado pudo lograrse entendimiento, ahora será igual. Prácticamente nadie acepta dicha tesis, al contrario, la versión del Trump actual no guarda semejanza con la anterior. A la mejor en el gobierno piensan otra cosa de lo que dicen, quizás.
La amenaza Trump no es menor y ataca en tres frentes: la soberanía, los derechos humanos y la economía. Se entiende que la presidenta Sheinbaum llame a la prudencia e insista en lidiar en el asunto con cabeza fría. Pero no puede haber engaño, es delicado para el mundo y más para para México. Bueno que haya firmeza, pero no que se minimice porque el país en su conjunto debe estar preparado para la adversidad. Sería útil que la presidenta escuchara voces distintas a las de siempre. Insistir en la polarización, como ha hecho en estas semanas y estigmatizar a la oposición como traidores al servicio del intervencionismo trumpista es un error y, por los riesgos de por medio, una irresponsabilidad. Al menos hizo un guiño a los gobernadores opositores.
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