
Reflexiones a 5 años de la pandemia/Paty Sánchez
Las universidades públicas: guardianas del pasado, constructoras del futuro
En una época donde la globalización y la digitalización avanzan a pasos agigantados, surge una pregunta ineludible: ¿quién protege la memoria histórica, las tradiciones y la identidad cultural de una nación?.
En México, la respuesta es clara: las universidades públicas. Más allá de su papel como formadoras de profesionistas, estas instituciones tienen la responsabilidad de preservar, promover y estudiar la riqueza cultural del país. La historia, el arte, las festividades, las expresiones lingüísticas y los movimientos sociales encuentran en la academia un refugio donde se documentan, analizan y transmiten a las nuevas generaciones.
Rescatando tradiciones: un compromiso con la identidad
México es una nación de profundas raíces culturales, donde festividades como el Día de Muertos, las danzas folclóricas, la gastronomía y las lenguas indígenas forman parte de un legado invaluable. Sin embargo, este legado no se mantiene por sí solo; requiere guardianes que lo protejan y difundan. Aquí es donde las universidades públicas juegan un papel crucial.
A lo largo del país, instituciones como la Universidad de Guanajuato han impulsado iniciativas para preservar y proyectar las tradiciones. Un claro ejemplo es el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato, el BAFUG.
Que este viernes presenta “La Galereña”; una investigación sobre la vestimenta de las mujeres que trabajaban fuera de las minas quebrado piedras hace casi 140 años y que dejaron un legado de vestimenta originaria de la entidad.
Rescate que hace la Universidad para hacerle honor a la mujer guanajuatense que se abrió paso en una de las actividades más productivas de la Nueva España.
Difusión y promoción del patrimonio cultural
Las universidades también actúan como puentes entre el pasado y el futuro, permitiendo que el conocimiento acumulado no se pierda con el tiempo. A través de museos universitarios, festivales de arte, programas de radio y televisión, así como revistas especializadas, las instituciones académicas crean espacios donde se estudia y se exhibe la riqueza cultural del país.
Un ejemplo icónico es el Festival Internacional Cervantino, evento de talla mundial donde convergen el talento local y extranjero. La contribución de la universidad ha sido clave para que este festival sea hoy un símbolo de la diversidad artística y cultural de México.
Además, los museos universitarios desempeñan una función esencial en la preservación del patrimonio. Muchas universidades cuentan con galerías donde se exponen piezas arqueológicas, obras de arte y documentos históricos que permiten a los visitantes entender su pasado desde una perspectiva académica y analítica.
Investigación histórica, social y económica: el valor del conocimiento
Sin investigación, no hay historia. Las universidades públicas son centros de producción de conocimiento donde se analiza cómo han evolucionado las sociedades, cuáles son sus desafíos actuales y cómo pueden proyectarse hacia el futuro.
La historia, la antropología y la economía se convierten en herramientas clave para entender las dinámicas culturales y sociales de cada región.
Las investigaciones realizadas en estas instituciones permiten la creación de políticas públicas basadas en evidencia, además de generar material educativo para que la población en general tenga acceso a información verificada y bien documentada.
Estudios sobre migración, pobreza, desigualdad, desarrollo económico y preservación del patrimonio son fundamentales para la toma de decisiones en distintos niveles de gobierno.
En la Universidad de Guanajuato, se han impulsado investigaciones sobre la historia minera del estado, la arquitectura virreinal y las transformaciones económicas de la región. Estos estudios han permitido rescatar archivos, revalorizar edificios históricos y mejorar la planeación urbana con base en el pasado de la ciudad.
El papel de las universidades en la construcción del futuro
Más allá de la preservación del pasado, las universidades tienen la responsabilidad de formar profesionistas conscientes de la importancia de la identidad cultural. Un egresado de cualquier disciplina debería salir al mundo con el conocimiento no solo de su área técnica, sino también del contexto social e histórico que lo rodea.
El reto es claro: integrar la enseñanza del patrimonio y la historia local en los programas académicos. Carreras como arquitectura, turismo, artes, economía y sociología pueden aprovechar aún más este enfoque, promoviendo proyectos donde los estudiantes participen activamente en la conservación y promoción del patrimonio cultural de sus comunidades.
Un esfuerzo conjunto: universidades, gobierno y sociedad
La protección de la identidad cultural no es tarea exclusiva de las universidades. Requiere la colaboración de autoridades locales, organismos internacionales y la sociedad en su conjunto. Es fundamental que el gobierno destine presupuesto suficiente para la conservación de archivos históricos, el mantenimiento de sitios culturales y la creación de espacios de difusión del conocimiento.
Asimismo, la sociedad juega un papel activo en la preservación del patrimonio. Cada persona que participa en una festividad, que visita un museo, que apoya el talento local o que transmite una tradición a nuevas generaciones está contribuyendo a que la cultura mexicana siga viva.
Conclusión: el conocimiento es poder, la identidad es fuerza
Las universidades públicas en México son mucho más que centros educativos; son guardianes de la historia y constructores del futuro. Su labor en la preservación, difusión e investigación de la riqueza cultural del país es crucial para garantizar que las nuevas generaciones valoren y defiendan su identidad.
Si las universidades continúan fortaleciendo su papel como promotoras del conocimiento y la cultura, México seguirá consolidándose como una nación orgullosa de su diversidad y su historia. La clave está en seguir impulsando la investigación, fomentar la participación estudiantil y garantizar que el patrimonio cultural sea un eje central en la educación superior.
Porque la memoria colectiva es el alma de una nación, y en las aulas universitarias se construye el camino para que nunca se pierda.
Mtro. Carlos Enrique Rivera Cordero
Director de Comunicación y Enlace
Universidad de Guanajuato