
Entre la sobrecarga y la sobredosis/Enrique Rivera Cordero
La violencia de género en contra de las mujeres es cada vez más brutal y se diversifica, los hechos dan cuenta de esta realidad que es producto de una descomposición social y falta de valores en cuanto a lo que toca a la sociedad y a las familias. El gobierno debe atender los problemas que originan tal violencia, con estrategias, prevención y un sistema de justicia efectivo que no dé paso a la impunidad, todo lo anterior ya está más que previsto pero es necesario seguir hablando de ello para no normalizar dicha violencia.
En el caso de Karla Bañuelos, asesinada el 12 de julio en Guadalajara vemos otro tipo de contexto de violencia, una especie de interseccionalidad que está acabando cada vez con más mujeres: la razón de serlo, violencia-amenazas, agresor vinculado al crimen organizado, la facilidad de tener cualquier tipo de arma y las redes sociales. Mismas condiciones que vimos en el feminicidio de Valeria Márquez, ambos quedaron video grabados. El factor agregado del crimen organizado es actualmente el más preocupante.
Ante la magnitud de estos hechos, la pregunta es si habrá estrategia que logre frenar la penetrante delincuencia organizada en la vida de las mujeres, sabiendo que los feminicidios no ocurren de manera aislada, son el resultado de una serie de actos violentos que se intensifican sin límite y en un entorno social y cultural que permite y tolera la violencia contra las mujeres incluso por ellas mismas al normalizar esas acciones.
En el video de la madrugada del 12 de julio, se escucha que Karla le comenta al sujeto “saca tu R15”, da a entender que ella tenía conocimiento del arma y muy probablemente no era la primera vez que sucedía una pelea así o que para ella la situación era habitual.
Ante la serie de feminicidios que han venido ocurriendo en las últimas semanas, el gobierno de Jalisco presentó la estrategia Pulso de Vida, misma que ya existía desde las administraciones municipales pasadas de Pablo Lemus pero esta vez con más zonas seguras, brazaletes para agresores y un chatbot que al abrir la conversación conectará directamente con el C5 Jalisco.
Para que esta estrategia funcione es necesario ampliar el número de dispositivos entregados a las mujeres víctimas de violencia, los pulsos de vida que accionan ante una situación de riesgo, que agresores potenciales cuenten con grilletes y mejorar los tiempos de respuesta de la policía ante el llamado de una víctima y lo más importante incentivar la denuncia de aquellas mujeres que por miedo y desconfianza en las instituciones no lo hacen, probablemente con eso se puedan disminuir las agresiones a mujeres y en el peor de los casos que sean asesinadas, las estrategias que hoy implementen los gobiernos deben diversificarse al igual que los contextos de violencia, al tomar en cuenta e incluir las complejidades que cada caso presenta, se podrá brindar mayor protección y seguridad a las mujeres ante un nivel de violencia que ya no podemos tolerar.